miércoles, 30 de diciembre de 2009

Soy...

Esto más que una entrada debería ser una nota de introducción del perfil.
Soy una cuarentona, ó cuarentañera porque, francamente estoy estupenda, como muchas de mis amigas y otras muchas de esta edad; de hecho cuando miro las fotos creo que estoy mejor ahora que cuando era más joven. Si, es cierto, antes quizá tenía la lozanía de la juventud pero una cara de pánfila reflejo de lo que era en realidad.
Soy una heredera de las deficiencias en la educación sexual de la transición española, es cierto que en esa época hubo un gran número que se lanzaron a la libertad sexual pero también es verdad que muchas, muchísimas continuamos en la línea familiar de católicas, apostólicas y romanas, que teníamos que estar en casa a las diez ó diez y media pasados los veinte y sólo un poco más tarde aunque lo tuvieses.
Soy una de esas de escarceos en el coche que muchas veces no pasaban de calentones sin más.
Soy también una que se casó sin demasiadas nociones de donde se metía y como muchas con el primer novio. Así me lució en mi caso, niños si, varios como otras muchas y comos esas mismas con las expectativas de que mi cuerpo recibiera algo más que eso, expectativas.
Soy una como otras tantas que ante el embarazo se le cegó el futuro y permaneció junto a un hombre que durante mucho tiempo sólo era marido ( nunca fue amante). De cara a los demás fachada de familia feliz, de cama partida por una línea de hielo imaginaria. Mujer de hombre que no se hablaba de sexo porque intuyo él sabía de que pie cogeaba y de eso era mejor no hablar.
Soy de las que pasado el tiempo, cuando ya deja de importar lo que piensen los demás rompió esa falsa llamada matrimonio y enfrentó la vida como debió hacer desde el principio.
Y ahora heme aquí, con niños aún en estado de dependencia, con un ex que ya lleva unas cuantas muescas, supongo que buscando incautas ( porque quien no ha funcionado antes creo que no funciona nunca), a quien los niños le sobran la mayoría de las veces y por supuesto si puede fastiar que intentes reconstruir tu vida lo hace.
La vida sentimental sigue pendiente y temo que puede continuar así por tiempo indefinido, ante todo madre responsable y los niños tienen prioridad.
Con error asumido de una inmadurez que se paga caro pero también enseña mucho.
Si trabajas y tienes niños no es posible salir, si no existe horario para que tu ex se lleve a tus crios no es posible hacer planes.
Si no te convencen las relaciones de sólo sexo y a otra cosa, sólo queda esperar.
Sólo esperar y rezar para que si alguna vez te lanzas atines el tiro porque, al menos en mi caso no me quedan ganas de lanzarme a experiencias para calar hombres como las sandías.
Pues eso, ex esposa, madre, trabajadora y esperanzada de futuro.
A ver si llega.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Un drama que como dices afecta a muchas, yo por fortuna no tuve hijos. Eso me deja más libertad de acción pero si tuve la desgracia de además de tener a mi lado un inepto, un hombre con un problema sexual que lo compensaba con arrogancia y una actitud posesiva y machista. Con un inteligencia y una astucia que durante años me tuvo bajo el yugo de los malos tratos psicológicos aprovechando mi inmadurez, mi amor por él y porque no reconocerlo, mi falta de carácter.
Si amiga, como tu, una liberada ya al fin de su presencia. Por desgracia las consecuencias no son tan fáciles. La primera y más importante mi desconfianza hacia cualquier hombre que se me acerca.
Volver a vivir una situación similar me horroriza.
Y como dices, ahí estamos.
Besos amiga.

Geraldine dijo...

Es difícil superar estas situaciones, intentar forzar es un error pero si mantener una actitud de cambio, de apertura a que algo va a suceder en nuestra vida que dará un vuelco de cara a la felicidad.
Muchos besos Asaysa.

mariant iberi dijo...

Cuantas mujeres con historias similares, vivencias que rara vez salen a la luz porque cuesta, porque aún duele o simplemente porque da verguenza reconocer un error por falta de experiencia, por inmadurez o por falta de valor para enfrentarse a la familia.
Pero el pasado es pasado importante si te ha enseñado, si te ha hecho madurar y crecer y convertirte en la gran mujer que sin duda eres hoy.

Geraldine dijo...

Tu lo sabes, has recogido en tu maravillosa novela El viaje de Ana, las vivencias y la lucha por superar un pasado, unos errores y mirar al futuro con optimismo y sin miedo.
Que gran novela.

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